miércoles, 29 de diciembre de 2010

LOS CORNUDOS





En las obsesiones de nuestro singular membrillo, hay categorias variadas y sub obsesiones dentro de la gran obsesión. Senador y Azazael

Una sub obsesion es el tema de los cuernos: Es un lugar común en su blog la preocupación y castígo por las infidelidades, abandonos, romances que se den en internet y sobre todo, en la pareja objeto de su fijación.

Senador, en la mente de este tipejo, es un cornudo y no hay mas que hablar: No conoce de nada a senador ni su vida privada, pero como su mujer segun él es puta, pues es cornudo.( es el primer caso que conozco donde el amante es el cornudo, pero en fin, la imaginacion de éste  individuo es enorme)

Tras llamar casposos a gente que no parece responder a ese adjetivo, saca su moralina de mercadillo y se rie de esa cornamenta que parece solo tiene él en su imaginacion, o no, vaya usted a saber. Tras reirse de los cornudos, curiosamente muestra cierta sensibleria hacia algun electricista que segun parece fué el esposo  abandonado de la “mala mujer “.
Y yo me pregunto: ¿Y que coño le importa a este ásno los trapos sucios de un matrimonio? Si senador escribió cierta entrada, será asunto del marido, que no entiendo deba importar a un zoquete que teclea desde su casa y que no tiene ni puta idea de  que pasó.

Para acreditar su fijacion, que no tiene base alguna, copia y pèga ( hay que ser giplipollas para dedicar el valioso tiempo en  eso) comentarios de Azazel donde parece que esplica una vida de Madame que perfectamente podria ser una ficcion literaria, pues creerse todo cuanto se dice en la red, sea proprio o ajeno, es bastante tonto. Las" madame" que conozco de esos tugurios en general está retiradas por la pasta que han ganado, pero como el interfecto es un metiche pues a agarrarse a un clavo ardiendo, sea verdad o mentira.

Pues éste elemento es quien denomina casposos a los demás, cuando sus ideas producen terror al sentirse juez de una pareja que para él, ya tuvo su origen en el pecado; anjeliyo, que pareces de opus con tus bobadas.
De hecho, no he visto nunca una escena teatral en la que una pareja se haya unido mas ante los ataques de un tercero anónimo; Si pretendía desunir a la pareja el tío se ha lucido.