Hay un conjunto de personas (llamados conspiparanoicos) que siguen diciendo que el hombre no llegó a la Luna.Que si las fotos lunares están manipuladas, que no se puede probar realmente que se llegó, etc.Seguro que hay una conspiración yanki detrás de todo esto. O PedroJota sobre el 11 M a la carga cuando algún imputado diga que ofreció tabaco a un primo de uno que era de Bilbao. Y ¡zas! he ahí la inequívoca conexión
En Internet alguien mencionó que de un grupo de hombres que filmaban con sus cámaras el incendio de las Torres Gemelas entre muestras de alegría y alborozo. Ordenados a identificarse por la policía resultaron israelíes. Teníamos el elemento que faltaba en esta historia: El Mossad, ¡cómo no!. "¿Quién más beneficiado por el 11-S que Israel?", decían. Luego tuvimos a los "expertos" que analizando las fotos del 11-S concluyeron que uno de los Boeing 767 llevaba adherido al fuselaje una cosa extraña en el momento del impacto contra su objetivo. Tenemos además acerca de que las Torres Gemelas se derrumbaron por el efecto de una carga explosiva en su interior. Por no mencionar la archiconocida de que contra el Pentágono no se estrelló ningún avión
Uno de los rasgos que definen a toda teoría de la conspiración es que achaca al enemigo una inhumana omnicomprensión de los hechos, y una increíble velocidad de ejecución no templada por el error. Ellos son inhumanos: todo lo saben, todo lo entienden, todo lo planifican y conocen con certeza todas las reacciones de sus actos. Jamás hay en las teorías de la conspiración lugar para el error, la duda, el fallo, la incompetencia: todos los participantes en ella saben lo que han de hacer, cuándo y cómo. Y lo ejecutan con robótica eficacia, sin que el atasco inoportuno, el despertador averiado, la linterna sin pilas o la cartera perdida se interpongan jamás en sus acciones. Cuando lo cierto es lo contrario: nunca debe achacarse a la maldad lo que la estupidez puede explicar. la única constante es el fallo; la única certeza es el error.
La última característica del pensamiento conspiranoico es que sus razonamientos son irrefutables. Haciendo uso de un intuitivo conocimiento de la lógica, que dice que es imposible demostrar una negativa, y de un infinito depósito de explicaciones ad hoc, sospechosas ausencias de información y razonamientos de sentido común basados casi siempre en la ignorancia, es imposible convencer a un conspiranoico de que su teoría favorita carece de sentido. Cualquiera que desee dedicarse al ingrato oficio de desguazar conspiraciones haría bien en recordar que al quitarle su juguete a un convencido, estamos atacando su propio sentido de la importancia. En algunos casos, puede ser suficiente para provocar hasta reacciones violentas. Y si el propio universo es una conspiración: ¿qué mas da?